La Diputación

SALUDO DEL PRESIDENTE

Soy un hombre de caminos, de senderos, de valles y riberos, de pueblo. Soy un hombre de calles, también, travesías y plazas, de aulas, casas de cultura, comercios y mercados… Soy un hombre de escucha, de conversaciones pausadas y apasionadas, de ideas y de hechos.

Para los que no me conozcáis veréis que soy un hombre común, como vosotros y vosotras. Un hombre con dudas e inquietudes, con curiosidad, con compromiso y lealtades. Un hombre, insisto, como vosotros y vosotras, por lo que estoy convencido, sé, que haremos un tándem perfecto, un buen equipo para caminar juntos. Con este sueño llego a esta casa que me permitirá continuar con una de las más nobles labores que me ha tocado en la vida: la de servicio público. Y si una cosa tengo muy clara es que una persona sola no es nada, hemos de formar parte de un proyecto colectivo si queremos avanzar y cumplir los sueños que nos propongamos.

Este proyecto colectivo gira en torno a un eje muy claro: el mundo rural, el futuro de nuestros pueblos, un futuro sólido, equilibrado y justo. Lo dije en mi discurso de investidura y me lo escucharéis más de una vez: quiero trabajar por un proyecto provincial fuerte, sin grietas, que garantice el desarrollo equitativo de nuestros pueblos, nuestras pedanías, nuestras alquerías, y para ello antepondremos siempre los intereses del territorio a cualquier lucha partidista. Los ciudadanos y las ciudadanas a las que nos debemos serán el eje sobre el que gire nuestro proyecto. Para ello, me encontraréis en los caminos, en las calles y las plazas, conociendo y recorriendo cada metro del territorio, ese será mi lugar, nuestro lugar de trabajo.

Y estoy seguro de que me sentiré acompañado y arropado por los trabajadores y las trabajadoras de esta casa, imprescindibles para construir provincia, para avanzar hacia un mundo rural justo y sólido.

También me encontraré con el corazón de esta tierra, con esos alcaldes y alcaldesas, concejales y concejalas que encarnan lo más noble de la política, que es el municipalismo.

Y no hay corazón sin alma, el alma de los pueblos y de las comarcas, ese hombre y esa mujer que creen en su tierra, esos jóvenes, esos niños y niñas que van dibujando un espacio del que queremos que se sientan el centro mismo, esas personas que un día tuvieron que marchar y que hoy regresan, o aquellas que ya no se irán porque saben que están en una tierra de futuro.

Con todas ellas, con todos vosotros y vosotras, conformaremos un gran equipo, no me cabe ninguna duda. Gracias y nos encontramos por los caminos, en conversaciones, en sueños y en hechos.

Miguel Ángel Morales Sánchez

Presidente de la Diputación de Cáceres